Sigue el culebrón de las Harley 1HD

Se ha cumplido ya un año del escándalo de las Harleys Ilegales en España, un asunto turbio que de momento parece no haberse resuelto y que se espera no vaya a resolverse en un plazo muy corto de tiempo. Lo que empezaron con unas desafortunadas declaraciones del Sr. Josep Grañó (capitoste de Harley España) en el periódico El País (reportaje que misteriosamente ha desaparecido de internet, por cierto) donde afirmaba que las motocicletas Harley Davidson que se habían importado paralelamente a los concesionarios oficiales eran ilegales.

Como base de sus afirmaciones relataba una serie de contradictorias sentencias como “las herramientas que se utilizan son diferentes”, algo poco digno (y muy poco profesional) por parte de todo un director general (por el desconocimiento del producto que vende).

A través de Facebook, las diferentes redes sociales, blogs y opiniones de usuarios se ha ido destapando una oscura trama que no parece tener una luz al final del túnel, sino más hollín y suciedad que antes de empezar (la justicia, lenta, muy lenta, también a ayudado a destapar los entramados que le ha interesado, claro.). A través de este año ha habido de todo, desde alguna lucecilla en forma de falsa solución hasta mazazos como requisamiento de documentaciones, requerimientos judiciales, etc... Pero los usuarios afectados no han estado de brazos cruzados en este año sabático de conducción, menciones en periódicos nacionales como ABC, denuncias sociales en blogs, creación de grupos de Facebook sobre afectados 1HD, y hasta la creación de una Asociación de Afectados 1HD (APHD).

El tema sigue trayendo cola, y no sólo por la indefensión del usuario frente a la administración (como ya es costumbre en nuestro país) sino por el desprecio que Harley Davidson España ha hecho hacia sus clientes. Y digo desprecio porque desde que aparecieron dichas declaraciones en los medios Harley ha dado por callada la respuesta, eliminando todo tipo de comentarios hacia el tema 1HD en su Fan Page e ignorando a los miles de usuarios que, no lo olvidemos, tienen una Harley bajo sus huevos; ya sea traída por un concesionario como por un importador paralelo una Harley es una Harley, porque que sepamos, las Harley Davidson todavía no se fabrican en China.

Y esta postura chulesca que roza la insensatez y el suicidio corporativo por parte de la dirección de Harley en España, hace que la desmotivación de sus usuarios se torne frustración, y dicha frustración se vuelca en todas y cada una de las redes sociales que existen en internet. Lo que ha conseguido Harley Davidson a lo largo de sus más de 100 años en mantener una marca como algo especial, fuera de lo común, en España se lo han cargado de un plumazo. Los usuarios de la marca nos sentimos engañados, estafados, traicionados por una marca a la que, al fin y al cabo, se le ha visto el latón: detrás de la Leyenda están nuestros intereses: la pasta.

Si bien es cierto que se han destapado varios casos de Harleys que fueron vendidas desde Estados Unidos como motos siniestradas y dadas de baja, no menos cierto es que la ayuda por parte de Harley España para subsanar las deficiencias del resto de motos ha sido nula. Cuando Harley ha necesitado de sus usuarios, aficionados y demás clientela servil para acudir a eventos que no son más que estrategias de marketing para vender más (los Barcelona Harley Days y el Centenario de Harley en Barcelona sin ir más lejos), no ha dudado en meter mano al bolsillo y convencer a todo Dios para que acudan con sus Harleys legales, ilegales o chinas. Ahora que es cuando sus clientes se ven necesitados para obtener una solución que ponga fin a este suplicio, Harley Davidson les da la espalda para ufanamente decir que sus Harley son ilegales por el simple hecho de no haber pasado por sus manos y no haber comisionado la venta.

La situación desesperada por la que están pasando cientos de bikers en nuestro país es, cuanto menos, agónica. Estamos hablando de unas motos que valen mucho dinero, no de 4 vespinos, un dinero que ha sido pagado con sangre, sudor y lágrimas, un dinero que ha roto los sueños y esperanzas de un colectivo que ha puesto por encima de todo una ilusión: tener una Harley Davidson. Una moto que, como se ha demostrado, está por encima de la marca que la representa.

Esperemos que Harley Davidson sepa recapacitar y actuar frente a esta negligencia e interferencia de Harley España, que ofrezca de una vez una solución inmediata a sus clientes y se deje de ostias. La crisis la estamos sufriendo todos, no sólo ellos. Y encima, si cada día, al levantarte por la mañana ves a tu moto inmovilizada en el garaje, se hace mucho más dificil seguir sonriendo el resto de la jornada.

Ánimo a todos los afectados 1HD y solidaridad desde estas lineas! No os merecéis este trato injusto.