Las Moskas opinan:
Tras el éxito de la inquietante primera parte, Dario Argento y Lamberto Bava volvieron a juntar sus talentos para ofrecernos una secuela que nada tiene
que ver con la primera, quizás incluso a modo de remake, aprovecharon el tirón para hacer regresar a los demonios. Los mismos efectos especiales, misma situación aterradora,
gente encerrada en un edificio... Incluso a veces parece que hayan escenas iguales pero con diferente escenario, como la famosa imagen de los demonios subiendo escaleras para
aparecer con los ojos iluminados frente a un pasillo oscuro...
Aunque le falta la garra de la primera entrega, y pese a ser muy parecida a su antecesora, jamás nos aburre, al contrario, nos hace permanecer encogidos en el sofá imaginando
la claustrofóbica situación: un edificio completamente cerrado a cal y canto, sin salida posible, una manada de demonios babeando por tu sangre y un grupo de adolescentes idiotas
corriendo por los pasillos esperando a ser atacados. Genial. Auténtico gore italiano en el que no faltan situaciones estúpidas, conversaciones banales y escenas faltas de interés que transmiten
esas giallo y que las hacen tan característiscas.
Como en la primera, la banda sonora está muy por encima de la película. Esta vez los directores seleccionaron cuidadosamente las bandas protagonistas, a diferencia de las de Heavy Metal de la anterior, optaron
por grupos como The Smiths, The Cult y Art of Noise. ¿Cómo les convencerían?
El film también significó el debut en la gran pantalla de Asia Argento, la menor de las hijas de Dario Argento, en el papel de adolescente.
Pese a existir secuelas con el nombre de Demons 3 (The Ogre en algunos países y La chiesa de Michele Soavi en otros) y Demons 4 (La setta). También se estrenaron otras con el nombre de
Demons 5, Demons 6 y hasta llegaron a llamar en algunos países a "Dellamorte Dellamore" Demons '95. Pero sólo las dos primeras son las genuínas.
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