Por fin el esperado MOTOSHOW 2001, el primer salón exclusivo para la moto de Barcelona. Cuando vi el cartel por primera vez en la calle quedé sorprendido y me dije: -Tío, no puedes faltar. La entrada 1.000 pelas. No es mucho. Llegó el día y... ahora os lo cuento. Pero si no quereis leer más os diré una palabra: DECEPCIÓN.

Para los que hemos disfrutado (asiduamente) de los salones del automóvil, esta edición del Motoshow nos ha sabido a poco. Ya no sólo por el sobrante de espacio en el propio salón sinó por la gran AUSENCIA de marcas importantes, entre ellas HARLEY-DAVIDSON (una vez más). Por sólo deciros que la gran novedad que saltaba a la vista era la HONDA SCOOPY 125. La verdad es que pese a los múltiples stands, el aburrimiento se apoderó de mi y no pude reprimir más de un bostezo. Las Custom de Yamaha, Honda, kawasaki... lo dicho, aburrimiento.

Pero si os creíais que los japoneses eran los únicos que copiaban Harleys estábamos todos equivocados, VICTORY, una marca que copia la perfección a HARLEY DAVIDSON, los digamos "objetos florero" chico y chica eran patéticos al igual que el duo rocabilly que amenizaba el stand. Hay una pregunta que siempre me he hecho, ¿porqué relacionan HARLEY DAVIDSON con rocabillys y country? ¿No van sobre una Harley en los videoclips gente como MOTLEY CRUE, MANOWAR, JUDAS PRIEST...? Una palabra, patético: motos Victory y stand en general. Así que visto el éxito me fui a los stands de las motos italianas donde sabía que como mínimo el estilo de línea italiana no me fallaría. (Y así fue) En una hora y media cogí, y DECEPCIONADO, me fui. Quizás me hice demasiadas ilusiones al ver el cartel por primera vez. Seguro que otro año esperaré a ver el Salón del Automóvil porque si me aburro, al menos me iré a ver camiones y furgonetas.