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- IV MOTOR SHOW FESTIVAL, 2, 3 y 4 de Febrero, Zaragoza -
IV Motor Show Festival 2007 + Carrera de Campeones
Salón Internacional de competición, clásicos y tuning, 2, 3 y 4 de Febrero de 2007, Zaragoza
En tan sólo 4 años, el Motor Show Festival que se celebra en el recinto ferial de Zaragoza se ha consolidado como uno de los salones dedicados al motor más espectaculares de cuantos se organizan en la geografía española. Las cifras de visitantes se ha establecido finalmente en 120.000 según los organizadores, superando en 8.000 los visitantes que acudieron el año pasado a esta cita dedicada a la competición, clásicos, motos y tuning: El Salón de la Pasión.



Oficialmente, el IV Motor Show Festival 2007 empezó a las 12:00 h del viernes 2 de Febrero, con la presencia de las autoridades del gobierno regional y el director general de Motor Show Festival, Jesús Pozo, junto con el campeón del mundo de Fórmula 1 Damon Hill, que una vez abiertas las puertas al público impartió el III Máster de Campeones, un exclusivo curso de conducción con lecciones magistrales teóricas y prácticas sobre el manejo del automóvil. Un lujo para todos aquellos privilegiados alumnos que asistieron a dichas clases. Clases que en ediciones anteriores fueron impartidas por los pilotos españoles Marc Gené y Pedro Martínez de la Rosa, presente éste último en el Festival firmando autógrafos a diestro y siniestro rodeado siempre de fuertes medidas de seguridad y de fans de la Fórmula 1 que no le dejaban ni respirar.
La disposición de los pabellones del recinto ferial de Zaragoza hacía muy fácil separar los distintos grupos en que se había dispuesto el Festival: Tuning, Motos, Competición y Clásicos. Además del Autodrome, la recepción de los aficionados al tuning y el pequeño Slalom en la zona de Restauración. De todas formas un pequeño mapa en la zona central de la Feria o a modo de folleto como hacen en los diferentes salones del automóvil hubiera ayudado a encontrar a los diferentes expositores de forma más ágil, ya que los plafones indicadores no destacaban en absoluto y más de una vez nos dió la impresión de perdernos alguno de los stands.

A diferencia de muchos salones que se organizan en Europa, el Motor Show Festival hace hincapié en la afición y no en las marcas, un salón para el disfrute del que se acerca a él y donde el mismo aficionado participa de las diferentes actividades que se organizan, ya sean clases, espectáculos, conducción de slot, karts, quads, exhibiciones... incluso la concentración de Tuning y Audio-Car que se celebraba paralelamente en uno de los pabellones hizo vibrar a visitantes y orgullosos propietarios.

La exhibición de los aficionados al tuning que se reunieron en uno de los pabellones del Motor Show Festival desde primera hora de la mañana estuvo marcada por el constante desfile de automóviles inverosímiles, desde un Honda Prelude totalmente modificado, con tapas de fibra de carbono en el motor, aerografías, un sistema de audio/video alucinante, y material F1, hasta el típico Opel Corsa con alerón sobredimensionado y brochazo aerográfico de pésimo estilo que dejaba atónito al personal ajeno al mundillo. Pero tantas risas que dentro del sector "super custom Harley" ha despertado la práctica de este tipo de customizaciones sobre autos, uno debería ver desde fuera cómo muchos disfrazan sus motos con flecos, banderas y extras, y que a diferencia de los amantes del tuning, además utilizan un atrezzo más típico de una película de John Wayne que de un amante de las motos. Sin embargo, cada día alucino más con los tuning, sobre la base de un coche que vale cuatro duros montan equipos valorados en miles de euros, ya sea una X-box con pantalla plana y sistema audio integrado como auténticas filigranas de ingeniería F1.

Tras soportar el taladrador sonido de una música discotequera mal destilada durante un rato accedimos al pabellón del tuning, donde grandes y pequeñas marcas exponían sus mejores productos para tunear cualquier cosa, desde un Renault 4L, hasta una Chrisler Voyager. También se dieron cita expositores del tipo House of Color, promocionando sus pinturas y material aerográfico (en un stand bastante pobre, todo hay que decirlo), stands que al momento personalizaban adhesivos, camisetas, bordados... etc. Y un pequeño stand que pasó desapercibido a los ojos de quiénes no conocen a los hermanos Pasamón, ahí exponían sus trabajos aerográficos promocionando su escuela los dibujantes de portadas espectaculares de revistas como CIMOC, Cairo, TBO, El Jueves...

Un pequeño escenario con un rapero adolescente y bailarinas de dudosa profesionalidad hicieron retirarnos hacia el Pabellón de los coches de Competición, no sin antes pasar un rato entretenido en el Slalom, donde Ferraris de todas las épocas derrapaban en un mini circuito hecho con conos.





En el Pabellón dedicado al mundo de la competición una excelente exposición de McLaren exhibiendo los monoplazas de Fórmula 1 de los años 80 y 90 hizo honor a su nombre "Exposición". Pero no menos admirados fueron el Lotus de Ayrton Senna (1987) y Fitipaldi (1972) o el experimental 49 test car de Lotus también. O el mismísimo Williams de Damon Hill, con el que ganó en 1996 el Campeonato del Mundo (G.P.de Japon, Suzuka 1996); y como no los espectaculares coches de la Can-am americana de los años 60/70. Y junto a ellos, una representación de los más gloriosos coches del Mundial de Rallyes, desde el Lancia Stratos al Peugeot 205 Turbo 16, pasando por el Opel Manta 400 Grupo B o el Lancia 037. Y también mención especial a dos cochazos participantes en las 24 horas de LeMans: un Argo Chevi GTP y un Harrier C2. Flipante.

Junto al Pabellón de competición se situaba el dedicado al Mundo Clásico, donde viejas glorias eran exhibidas al público que enmudecía ante la espectacularidad de los Camaro, Mustang o Cadillac El Dorado. Sin duda, los clásicos americanos fueron los reyes del salón de clásicos, donde además compartían gloria junto a un par de Indian Big Chief o una HRD Vincent perfectamente restaurada y en venta a 21.000 euros. En relación a la cantidad de coches que había no destacó demasiada la presencia de las motos, de las cuales quizás habría 5 stands como mucho.
  
  
Y opuesto a todo el resto de stands un pequeño pabellón acogía el dedicado a las motos, casi en un tercio de su totalidad dedicado al custom con presencia incluso de dos stands de HAMC, Barcelona y Valencia (si no me equivoco), promocionando sus productos support y también la nueva marca de su propiedad "Mafia". Junto a ellos, varios talleres de aerografía presentaban sus obras al público: motos, trikes, cascos, láminas, camisetas... Y en la parte central de dicho pabellón las obras maestras "Bike Show" del Festival, maravillas rodantes que dejaron a todos boquiabiertos. En especial la "Guindilla" Harley, una obra maestra elegante, perfectamente armoniosa y bella hasta en los pequeños detalles pin-stripping de las botellas de los amortiguadores.

Muchos fueron los motoristas que se desplazaron hasta Zaragoza para asistir al Festival y prueba de ello era el parking exclusivo para el Motor Glodwing Club donde más de 300 Goldwing reposaban frente al resto de motocicletas. No puede decirse que el pabellón dedicado al mundo de la moto pudiera igualarse al resto de pabellones ya que la escasa representación por parte de los principales preparadores de motos de competición brillaron por su ausencia... Aunque los dedicados al Custom sí valían la pena, entre ellos "Pura Vida Cycles" o los de "Chopper Factory" y "Hard Bikes".
  
Quizás lo que desató la mayor espectación entre los visitantes fue el "Autodrome Live" donde durante sábado y domingo se celebraron diferentes carreras de Formula 1, Can-Am, Gt's, Supermotard, rallyes, etc). Pero sin duda lo que desató la euforia de todos los espectadores allí presentes fue la gran Carrera de Campeones, donde estaba en juego el II Trofeo Ciudad del Motor de Aragón, y que tras disputadísimas mangas donde nadie daba su brazo a torcer en milímetros de pista llevó a la "Gloria" a los tres pilotos que conformaron el podio: Filipe Albuquerque, Andy Soucek y Santiago Porteiro.

Domingo se entregaron los premios del II MSF Bike Show y los del IV MSF Tuning Meeting y una última carrera en el Autodrome Live dio el pistoletazo final a 3 días de emoción, gasolina y pasión.

   

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