También eran fácilmente reconocibles un par de Indian, una medio restaurada y la otra en mejor estado. En el segundo piso estaba el recinto de los coches clásicos. Los que sin duda llamaban la atención eran los clásicos americanos: furgonetas enormes, coches larguísimos, camionetas pick up de los 60, el típico Pontiac... Una gozada, sin duda. Aunque tampoco se quedaban atrás los Super Lujo Ingleses o Alemanes, ya sabéis, Mercedes, Lotus, Rolls Royce... Coches, por ejemplo a 17 Millones de pesetas, una GANGA, vamos. También pudimos observar que se vendían alguna que otra Harley más o menos contemporánea (EVO), pero con precios un tanto desorbitados...
Nos os mentiré si os digo que la gente olía a pasta; me refiero a que en la cartera de algunos tipos tenían como calderilla unos cientos de miles de pesetillas. Iban acompañados de la típica mujer caprichosa con pañuelo de Chanel en el cuello y traje chaqueta estilo PP. De todas maneras tampoco me molestaban, estaban en su ambiente...
Y yo, entre tanto coche me enamoré de un Renault TS amarillo, que me colmaba de recuerdos de infancia. 250.000 pesetas, un poquillo caro. Pero volver a oir rugir ese motor casi me hizo llorar. :_). Cada uno se ajusta al presupuesto que tiene, no?
También estaba presente un tipo de Badalona que tenía en exposición un trike. Últimamente me lo encuentro hasta en la sopa... Y bueno, con la boca llena de baba nos fuimos después de casi tres horas de quedarnos con las ganas a un bar, como mínimo a saciar nuestra sed de ganas. Ah! También hicimos una quiniela por lo que pudiera pasar...