Las Moskas opinan:
Si segundas partes nunca fueron buenas, terceras partes nunca debieron existir. Pero la verdad es que la exitosa saga de Underground deja atrás esta célebre frase de la opinión popular. Y es que aunque
no sea realmente una tercera parte, sino una precuela donde nos cuentan los orígenes de la raza de los licántropos, nacida para servir como ejército y protección a los vampiros, ésta se adapta perfectamente dentro de la imaginería
fantástica de Underworld, ahondando en un mundo dominado por la raza de los vampiros, en una época indefinida dentro de la inmortalidad de éstos.
La perfecta coordinación entre la línea argumental, la historia en sí misma y la coherencia con las otras dos películas de la saga, convierten a esta Underworld 3 en una interesante y madura propuesta que marcará suponemos el futuro
de próximas películas.
Los efectos especiales, aunque muchos desarrollados por ordenador, son bastante creíbles y amortiguan un poco el enaltecido mensaje a medio digerir entre "Romeo y Julieta" y "Robin Hood", por aquello de la Revolución unida a un amor imposible. Pero aún así,
dentro del marco en que nos estamos moviendo, y teniendo en cuenta sus dos predecesoras (dentro de la línea del tiempo del film), está perfectamente justificado como motivación de consecuencias que luego, en un intento de hacer memoria,
trataremos de recordar y que nos llevaran a ver, de nuevo, los dos anteriores títulos: Underworld y Underworld: Evolution.
Un film correcto, más dentro del tema de lo fantástico que del terror, con escenas muy aconsejables, unos actores que en el caso de Bill Nighy (Viktor) rozan la perfección y sobretodo muy palomitera, de las de disfrutar si te gustan los vampiros, los hombre lobo y
las espadas.
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