Las Moskas opinan:
Del galardonado director de "Cadena perpetua" y basado en una novela de Stephen King nos llega un entretenido film con tintes de cine
B pero que en su trasfondo argumental nos presenta algo más que un cúmulo de situaciones de terror, sangre y bichos raros. Un auténtico reto dramático
con tintes de crítica social, religiosa y hasta me atrevería a decir que con cierto regustillo apocalíptico.
El misterio que rodea a la niebla en los primeros treinta minutos del film hace que uno mantenga el culo pegado al asiento. Un submundo se halla tras esa
espesa niebla, un terror que se basa en el aspecto psicológico y que en ocasiones nos salpica de sangre en cuestión de segundos. Pero todo lo que empieza bien,
si proviene de una cinta americana acaba estropeándose, ya sea por el monótono desfile de muertes de un grupo de personas a los que el director apenas dota de
personalidad, o ya sea por la ineludible cascada de estúpidos diálogos que alargan la cinta hasta límites insospechados.
Como en las viejas películas de zombies al estilo del maestro Romero, se nos presenta a un reducido grupo de supervivientes que luchan no sólo por su supervivencia, sino
también contra sus instintos depredadores y autodestructivos, como a una raza débil que ha evolucionado en contra de sus semejantes e incapaz de afrontar un destino que le es
desconocido. Y aquí es donde entra con calzador el fanatismo religioso, apoyado en la figura de la actriz Marcia Gay Harden que borda su personaje. El último bastión que nos
queda a los humanos, la fe, la esperanza, ... la muerte.
El final es desgarrador, quizás lo mejor del film, aunque tira por tierra todo aquello que anteriormente el director había logrado criticar con cierto éxito. El hombre es el peor de los
monstruos, en la niebla o fuera de ella; de eso no os quepa duda.
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