Del 6 al 10 de Diciembre, una vez más, se celebró en Barcelona la 23ª Edición de Auto Retro, la mayor feria dedicada al vehículo clásico y de colección. Este año además se celebró paralelamente con el Salón, la 1ª Edición "Retro Náutica" dedicada a las embarcaciones clásicas. Todo ello ubicado en 32.000 m², casi el doble de espacio que en la edición anterior, lugar que ocuparon más de 300 expositores con casi 600 vehículos expuestos traídos de media Europa.

El dulce momento que vive la economía española y de paso el auge de la afición por todo lo relacionado con el motor no puede pasar desapercibido a los ojos de nadie, y desde hace ya varios años esta afición ha derivado también en todo aquello que tiene que ver con la restauración, mantenimiento, compra y venta de vehículos clásicos, nacionales (los más económicos) o internacionales.

Y he aquí que una vez más se presenta Auto Retro, con el doble de espacio, el doble de vehículos, casi el doble de expositores y encima la primera edición de una feria que incluye embarcaciones a motor. Con 63.000 asistentes, es sin duda ésta la edición más multitudinaria de todas las celebradas hasta ahora, afianzándola como una de las más importantes ferias dedicadas al mundo del clásico de toda Europa.

La 23ª Edición de Auto Retro ha sido también la excusa perfecta para la celebración del centenario de Lancia, que junto a los centenarios del RACC, el Mundo Deportivo y la Mutual de conductores, se sumaron a los actos de dichos festejos con exposiciones y distinciones. Tampoco se escapó el cremallera de Núria que cumplía 75 años, ni los 50 años del mítico Seat Seiscientos y los 40 años de los primeros Mini fabricados en España, vamos creo que hasta el abuelo de Heidi cumplió años... todo aderezado con la siempre aburrida y desgaseada cerveza Moritz.

El volumen de negocio que se llevó a cabo según los datos presentados fue de unos 100 coches y 200 motocicletas vendidas durante el certámen lo cual da una idea de la revalorización de unos vehículos que en algunos casos son espléndida chatarra. Pero no todo era óxido, fantásticos vehículos restaurados eran expuestos por doquier, mención especial a los alucinantes Lancia Estratos y Lancia Abarth 037 que se exponían como reclamo del centenario de la Marca, o la auténtica Bultaco TSS 125 con la que Salvador Cañellas ganó el primer Gran Premio de España de motociclismo en 1968.

Una novedad interesante fue lo que llamaron "Car-Corral", un espacio dedicado a la compra/venta donde cualquiera podía traer su vehículo clásico y ponerlo a la venta, las condiciones eran simples, pagar 100 euros en concepto de alquiler del espacio y que el precio de venta no superara los 6.000 euros.

También novedoso fue la subasta de coches de época y el denominado "Show Dakar", un espacio con cuatro camiones, dos coches y seis motos que han participado en distintas ediciones la carrera africana, muy espectacular.

A modo de curiosidad pudimos ver un DMC Delorean acabado en aluminio, un Dodge Charger como el de Dukes of Hazzard, el 1967 Shelby Mustang GT500 disfrazado de Eleanor a 72.000 eurazos y un montón de Ferraris ya clásicos como el Ferrari Testarrosa.

En cuanto a motos, muy lejos del nivel de la Moto Auto Retro Perpignan, y aparte de las Harley Davidson Shovel Head y Panhead, pudimos contemplar varias marcas nacionales, las de siempre, nada destacable, aunque alguna Royal Enfield totalmente restaurada sí nos llamó la atención, o las impresionantes Sanglas de competición en Sidecar, por ejemplo.

De las embarcaciones a motor no podemos destacar demasiado, por desconocer bastante sobre el tema, aunque sí vimos una curiosidad, una lancha con motor a vapor y carbonera, o alguna deportiva digna de mención. Todo muy "De Luxe".